top of page

Justificación curatorial

 

 

El desarrollo creativo de Jonás Uranga Corral está fundado en generar un particular estilo en el que la obra contenga rasgos y cualidades identificables en función de puntualizar una postura crítica sobre el hombre, su comportamiento y entorno social a través de la creación de un lenguaje pictórico.

Para el artista, este lenguaje deberá contener elementos duales que posibiliten la percepción de que hay una recreación y adaptación a la que titula "la dualidad paradójica del hombre", en referencia a la relación entre el genio y el payaso, el instinto y la razón, lo viejo y lo nuevo, el entendimiento y la ignorancia, que desde sus parámetros, están sostenidas bajo una disonancia cognitiva evidente e ignorada.

Los colores llamativos, los grandes formatos, los trazos y las figuras “infantiles” están pensadas para mostrarse de forma neoténica, recordándonos, lo que él denomina el perpetuo comportamiento inmaduro del hombre, al mismo tiempo en que la composición pictórica matemáticamente elaborada y muy premeditada, suma detalles y simbolismos para mantener presente ese genio potencial que existe en nuestra especie, en nuestra dualidad paradójica.

 

Entre las múltiples características que definen su trabajo, la minuciosa factura de las obras, resulta esencial dado que se convierte en el elemento unificador entre las diversas series de su producción artística. El objetivo es eliminar la huella del creador, logrado gracias a su particular técnica en el uso de resinas y otros materiales, en función a simular un producto sintético, resultado de una producción industrial.

En una intención de imitar las marcas y el branding, el artista pretende criticar cómo funcionan las sociedades contemporáneas y mostrar la contradicción entre los principios de la industrialización y del arte; uno enfocado a una cuestión meramente económica y el otro a la unicidad del objeto y a su expresión subjetiva. La firma desproporcionada, los marcos ostentosos, la ausencia de pinceladas, la falta de improvisación son algunos de los elementos a los que recurre para hacer énfasis en ello.

Al final, más allá de difamar, el artista busca provocar y llamar la atención presentando al espectador una versión mas objetiva, y menos pretenciosa, de lo que realmente somos. Exponer un ser humano a quien lo encuentra, tergiversado, lleno de calificaciones subjetivas, naturalmente egoísta, y ahora ya, superado por su propio éxito evolutivo y mal encaminado por "tradiciones caducas y primitivas".

 

Natalie Pourdanay.

Estudio, Ciudad de México.

bottom of page